En el Este
España: 1989-1999

Este tercer viaje a Madrid tenía en su origen el propósito de realizar una muestra en Tarragona, para la cual el artista se había propuesto pintar la obra allí mismo y luego regresar a Buenos Aires para disfrutar de su recientemente remodelado departamento.

La presentación en Tarragona se suspende y es entonces cuando la galería Sen, con la que ya había hecho su primer muestra el año anterior, le propone realizar una segunda para el mes de septiembre.

Galería Sen, Madrid

El primer año de permanencia en España lo pasa en Madrid y allí tiene la oportunidad de ver detenidamente las obras de artistas que le interesaban especialmente como Goya y Velázquez.

El acceso a un alquiler para un extranjero, sobre todo latinoamericano, se hacía particularmente difícil para quien no tuviera documentación legal, lo que le obliga a iniciar los trámites de residencia en un momento en que los inmigrantes no eran bienvenidos. Junto a Marta Soto Ratti, artista plástica argentina con quien convivía, pasó el primer año, que luego se extendió a casi diez de permanencia en España.

Al año siguiente de llegar, en 1990 se instaló en Rascafría, un pequeño pueblo ubicado en una zona de sierras y dentro de un parque natural a 90 km al norte de Madrid, donde consigue alquilar sin mayores problemas una amplia casa-taller, imposible de conseguir en la ciudad.

Con la galería Sen (13) , cierra un contrato de trabajo similar al que había tenido con Praxis en Argentina, lo que le permitía trabajar con cierta comodidad.

Praxis, Buenos Aires, 1992

A medida que fue pasando el tiempo, se da cuenta de que, a pesar de compartir con los españoles el mismo idioma, las relaciones humanas, los hábitos, la cultura y hasta el uso de la lengua es diferente.

“Requería un esfuerzo constante comprender muchas cosas que en mi tierra ni siquiera las pensaba. Sentí que empezaba a perder contenido, que le iba poniendo más cabeza pero menos emoción, como que meditaba más pero sentía menos. El lugar me dejaba afuera.” (14)

Sin embargo, estos años vividos en España, terminaron de definirlo y madurarlo. En el plano personal, adoptó a su primera hija, Verónica (1995) y luego, su divorcio terminó de cerrar esa etapa, antes de su llegada a Buenos Aires.

Comenzó a coleccionar libros de fotografías de autores que le sirvieron como referentes para la creación y multitud de películas en VHS. También se dedicó en detalle a conocer y ver a los referentes culturales que forman parte de nuestros míticos modelos europeos. El contacto directo con maestros como Goya o Velázquez, le proporcionaron certezas que lejos de condicionarlo, lo nutrieron y brindaron mayor libertad.

East West Gallery, Londres, 1994

“La primera aproximación a un gran artista produce una sensación de parálisis, porque inmediatamente ejerce su paternidad”, comenta Lavallén, al tiempo que reconoce las lecciones no exclusivamente pictóricas que experimentó en esta convivencia directa con la cultura europea de la que los argentinos somos deudores.

En España aprendió a dedicar tiempo a leer e investigar, además de pintar. Está en plena madurez, en el momento de desplegar todos los recursos y de trabajar. No aparece una nueva temática, retoma y profundiza géneros ya tratados, factibles de ser agrupados en series.

Ushuaia 1997

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13 Sen tenía dentro de las galería madrileñas, una larga y prestigiosa trayectoria, caracterizada por la defensa del arte de vanguardia y contestatario. Varios exponentes importantes del “destape español”, particularmente de la “movida madrileña” fueron presentados en Madrid por dicha galería. Entre otros, el Equipo Crónica y Costus, representantes los segundos del arte gay.

14 Entrevista a Lavallén. 30 de octubre de 2005.

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